Swing

Swing es un arcade de plataformas en dos dimensiones en el que los jugadores tendrán que ir de plataforma en plataforma. Ahora bien, en lugar de saltar (como suele ser habitual en este género), nuestro personaje avanzará utilizando cuerdas con las que se balanceará.

El sistema de juego, como suele ocurrir en los títulos de Ketchapp, es muy simple. El personaje comenzará a alargar la cuerda automáticamente, de forma que cuando pulsemos la pantalla, dejará de hacerlo y se lanzará al vacío. Si hemos soltado suficiente cuerda, llegaremos a la plataforma... si no, tendremos que empezar desde el principio.

Como también es habitual en los juegos de Ketchapp, en Swing iremos ganando gemas. Con estas gemas podremos ir desbloqueando nuevos personajes para utilizar durante las partidas. Ninguno de los nuevos personajes tiene ninguna habilidad especial, por supuesto, lo único que cambiará será su aspecto.

Swing es un buen arcade de plataformas, que lo cierto es que recuerda mucho a otros títulos de la propia Ketchapp. Pese a ello, es un juego entretenido y con un apartado visual sencillo y bonito.